La remontada al Dream Team (4-3).

Resulta jodido escribir sobre un momento vivido con grato recuerdo cuando la situación en la que está el Atlético es tan convulsa, triste y decepcionante. De hecho, he tenido que cambiar el comienzo de este post con el transcurrir de los acontecimientos de esta última semana.

Nada tiene de lo que hoy vamos a recordar tiene que ver con el partido que jugará el Atlético de Madrid esta noche frente al Zaragoza. Sinceramente, me la trae al fresco la convocatoria de Manzano (se lleva a toda la plantilla), como pueda llegar el equipo de “Caguirre” o si el próximo que se siente en el banquillo será Luis, Schuster o Perico “el de los palotes”.

Esta noche la afición tiene la palabra. Si de verdad es una afición que quiere lo mejor para su equipo, debe de volverse contra el palco y cantar al unísono el “DILES QUE SE VAYAN DE UN PUTA VEZ” a la directiva actual. De lo contrario, seguiré pensando que tenemos lo que nos merecemos.
Desde hoy, y siempre que coincida con un hecho relevante dentro de nuestra centenaria historia, recordare en este humilde blog, no solo títulos, sino también partidos históricos.... incluso para lo malo.

Pienso que nuestros jóvenes aficionados ignoran nuestra historia. Viven obnubilados con la figura de Torres, los goles de Forlán o incluso siguen idolatrando al muerto de hambre argentino. No los culpo. Es lo que han vivido. Tampoco les pido que reciten de carrerilla la alineación del At. Aviación campeón de Liga en 1940, pero me chirría que desconozcan quien fue Quique Ramos, Landaburu, Griffa o Ben Barek. Espero qué leer esto les sirva de ayuda, si es que alguien lo lee. Hay veces que dudo que a alguien le interese esto….

¿Qué hacíais el 30 de Octubre de 1993? Seguro que muchos ni lo recuerdan. Ese día permanece imborrable en la mente de todos los qué asistieron al Estadio Vicente Calderón aquella noche.
La temporada había comenzado prácticamente igual como la actual, incluso seriamos eliminados de la antigua Copa de la UEFA por el “potentísimo” OFI de Creta.

El Barcelona llegaba al Calderón habiendo ganado 3 Ligas consecutivas (ese año ganaría la cuarta con el famoso penalti fallado del deportivista Djukic) y acabaría jugando y perdiendo la final de la Copa de Europa contra el Milán (4-0).

El partido comenzó vibrante con los dos equipos buscando la portería rival, pero fue el Barcelona quien se puso en ventaja. Romario marcó los 3 goles azulgranas. Al descanso nadie podía pensar lo que ocurriría en la 2ª parte.

Kosecki, un polaco al que nos vendieron como el “Nuevo Futre” (como odio eso del “el Nuevo tal” o “el Nuevo cual”), marcaba el 1-3 en jugada individual, nada mas comenzar la reanudación. En el 55, Pedro González, un lateral izquierdo, más bien tosco, voluntarioso y con un disparo bestial, ponía el 2-3. La remontada estaba mas cerca. El Calderón llevó en volandas al equipo. Después de un saque de Diego en largo, y tras el fallo de Ferrer en el despeje, hacía que la pelota llegase a Kosecki para marcar el empate a 3. Todo era posible en ese momento.

El partido estaba más abierto que nunca y los dos equipos buscaron la portería rival sin reparos. Cuando el partido agonizaba, el Barcelona sacó un corner y en el contragolpe siguiente, Kosecki ponía el balón en los pies de Caminero que batía a Zubizarreta en la salida. 4-3 y el Manzanares se venia abajo. Final del partido. La mayor remontada conseguida en el Calderón era real.

La temporada transcurrió con el equipo desquiciado con los continuos cambios de entrenadores (hasta 6 en total) y pidiendo la hora para no jugar la promoción de descenso en el ultimo partido ante el Rayo…. Cosas del Gilifato.

Esta noche es probable que no se dé un resultado así, incluso es seguro que el partido de hoy quede en el olvido en un par de semanas, pero con noches como aquella se construye la leyenda de un equipo grande qué, por desgracia, ahora no es mas que un “Cluz” mediocre. Nos guste o no, el Atlético de Madrid es un equipo mediocre que tiene jugadores mediocres y carentes del orgullo qué si tenían aquellos que vistieron la camiseta del Atlético de Madrid aquella mágica noche.