lunes, 29 de agosto de 2011

Ciao,Forlán.

Empiezo a escribir esto con el "cadáver" caliente, futbolisticamente hablando, de Diego Forlán todavía en las entrañas del Vicente Calderón.
Verano de 2007, Copa América de Venezuela. El que aquí escribe se propuso aquel mes de Julio trasnochar y perder horas de sueño en periodo vacacional (tampoco es que me tengan que tocar mucho las palmas para ver fútbol, la verdad) para ver al jugador que el Atlético había fichado con el dinero del traspaso de Fernando Torres al Liverpool. Llegué a leer en un confidencial, que el día que firmó con el Villarreal, viajó para ver a los amarillos en el Manzanares en la Final de la Copa Intertoto que nos enfrentaba a ellos. Justo ante de empezar el partido, cuentan que le dijo a su hermano y agente: "Yo tengo que jugar algún día para esta afición, son lo máximo".
El uruguayo Diego Forlán llegaba del Villarreal para hacer pareja de ataque con un argentino que demostró, al cabo de los años, ser un muerto de hambre.
Aquel primer año fue mas que correcto en cuanto a cifras goleadoras y coronado con la vuelta del Atleti a la elite europea, sitio de donde nunca debió faltar.
La 08/09 fue la temporada de la explosión definitiva de Forlán. A base de zambombazos bordó una temporada de ensueño para Él. ¡¡¡¡BOOOM!!! zapatazo con la izquierda, ¡¡¡BUUUM!!! zurriagazo con la derecha, ¡¡¡¡BUUUUM!!!! otro con la izquierda, así 32 veces. 32 goles que le daban el Pichichi, la Bota de Oro, el reconocimiento mundial y..... que suponía, en mi modesta opinión, el principio del fin.

Aquella pretemporada llena de dimes y diretes, de muchas portadas, 1001 rumores y de la ambigüedad con las que afrontaba las cuestiones el futbolista fueron el caldo de cultivo de algo que ya no funcionaba como antes. En la cena de gala de la entrega de la Bota de Oro, sus compañeros no aparecieron para apoyarle en ese dulce momento. El ofrecimiento del trofeo a la afición delataba que la cara de Forlán era el espejo del alma (ni que decir tiene que tampoco el muchacho es la alegría de la huerta). Algo raro pasaba. Y pasó.
Tras marcar el 1-0 en un Atlético de Madrid - Ath. Bilbao, el charrúa estallaba.... ¡¡¡¡A CHUPARMELA!!!... Hubo, yo me incluyo, quien nunca se lo perdonó. Curiosa dicotomía. Mientras que Forlán volvía a coger la forma a base de goles en la Copa del Rey, primero, y en la Europa League, después, una parte de la afición no perdonaba. Durante esos mágicos días de Mayo de 2010 hubo un pacto de no agresión. Forlán marcaba en la final de Hamburgo y la afición, no toda, entonaba el ¡¡¡¡URUGUAYO-URUGUAYO!!!!....Y llegó el Mundial y el charrúa a lo suyo, enchufandolas de todos los colores. Ese era el momento de heberlo vendido.
Arrancó la temporada pasada y la Supercopa tuvo su intrahistoria. QSF ordena su cambio y la cara del charrúa es un poema. Una declaración de intenciones. Entre fiesta y jolgorio, celebraciones y un arranque muy aceptable se va solapando una relación cada vez mas tensa con el mister. Sus ataque de sinceridad tampoco ayudaron mucho. Al final todo estalla, la afición se divide y Diego Forlán tiene los dos pies fuera del club.
Ni siquiera el acto de "salvar la patria Atlética" en la eliminatoria de Europa League ante el Stromgotset le vale al uruguayo para continuar de rojiblanco. Parte de la afición le indulta. Normal. Es una hinchada a la que han maltratado, vilipendiado y tomado por auténticos gilipollas después de ver durante todo el verano como los cuatro pelagatos de la prensa madrileña la ningunean queriendoles hacer ver que el muerto de hambre argentino solo puede ver y tocar el Edén vestidito de blanco.
Ahora Forlán marchara al Inter. No nos engañemos. El charrúa ha jugado en el Club Deportivo Forlán y después en el Forlán Club de Fútbol y ahora firma por la Assoziacione Sportiva Forlán. Él es tan buen futbolista como egocéntrico y egoísta. Sin mas.
Yo, personalmente, le idolatre y le odie a partes iguales. Siempre me quedara aquella noche de Hamburgo en el recuerdo, pero no olvidare que mandó a la afición de mi equipo, de mi escudo y de mi camiseta a chuparsela.
¿Es Forlán uno de los grandes del Atlético? En los últimos 15 años, sin duda.
¿Es un grande dentro de los 108 años de historia? Eso seria menospreciar a los Pruden, Ben Barek, Collar, Peiró, Luis, Adelardo, Ayala, Rubén Cano, Quique Ramos, Futre, Kiko ect, ect. Ha sido un gran jugador, pero pudo ser mucho mas grande. Él se lo perdio.
Que te vaya bonito, Diego. Fue un placer, Forlán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.